Proyecto de almacenamiento de Gas Natural en Doñana

http://www.elmundo.es/elmundo/2013/02/03/andalucia/1359896635.html

Doñana libra desde el pasado lunes una de las peores batallas a las que se ha enfrentado desde que en 1969 se creara el Parque Nacional: vencer al goliat Gas Natural Fenosa para mantener su estatus de patrimonio de la humanidad. El visto bueno que el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha dado a la empresa ligada al ex presidente Felipe González para la extracción y almacenamiento de gas en el subsuelo del espacio natural no sólo supone una grave amenaza para la conservación de las especies. Este proyecto industrial invalidaría, además, los esfuerzos económicos que las administraciones –europea, central y autonómica– han realizado para que Doñana se haya convertido en uno de los mayores laboratorios biológicos del mundo.

Uno de los ejemplos más claros de que la explotación de gas que proyecta la filial de Gas Natural Fenosa podría dar al traste con la conservación y con las inversiones millonarias es el lince ibérico. Esta especie fue declarada en peligro de extinción en 1986 aunque desde 2002 se cambió de categoría de mayor amenaza y actualmente se encuentra en peligro crítico. Esto convierte al lince en el único felino del mundo que forma parte de la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UCIN, un organismo internacional que regula la conservación de la naturaleza.

Para tratar de frenar la casi inevitable desaparición de la especie se diseñó el programa Life–Lince financiado con dinero de la Unión Europea y articulado por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía. Las inversiones aprobadas en el año 2005 superaron los 24 millones de euros para un plazo de diez años. El segundo montante se aprobó el pasado 2011 para la puesta en marcha de la segunda fase del proyecto de conservación y ascendió a 34 millones de euros.

¿Para qué ha servido ese dinero?

Para las organizaciones ecologistas, con la puesta en marcha del gasoducto en Doñana no habrá inversiones suficientes que puedan garantizar la conservación de esta especie. Uno de los inconvenientes que hacen inviable el proyecto de Petroleum Oil & Gas es que la construcción de los nuevos 18 kilómetros de tubería por la que discurrirá el gas reducirá el espacio del lince, animal territorial por antonomasia. El tubo necesitará un espacio de diez metros de ancho y su trazado se convertiría en una nueva vía de tránsito de vehículos. De hecho, el tramo de gasoducto que ya está construido se ha convertido en una carretera improvisada.

Una vía de entrada para furtivos

Para Juan José Carmona, portavoz de WWF, el hecho de que el espacio natural tenga una nueva vía de comunicación puede ser letal para la especie porque el lince se enfrentaría al tráfico rodado y a los cazadores furtivos. «Estos caminos pueden facilitar las cosas a los cazadores furtivos que todavía actúan en el parque, además de que se multiplicaría el riesgo de atropellos», ha asegurado a EL MUNDO de Andalucía.

Las construcciones del proyecto Saladillo en la Zona A del parque –la de mayor valor ecológico– provocarán la deforestación de parte del terreno y para un animal como el lince ibérico la presencia de matorral es fundamental para su supervivencia.

Las inversiones en Doñana no sólo han repercutido en la conservación del lince ibérico. El proyecto Doñana 2005, promovido por el Ministerio de Medio Ambiente, ha destinado 93 millones de euros a la restauración de los humedales y de las cuencas fluviales de los ríos. El objetivo del Gobierno ha sido mejorar la calidad del agua y frenar la degradación de la marisma que se enfrenta a la contaminación urbana por el vertido de las aguas residuales.

La Fundación Doñana 21 también ha articulado inversiones entre 1993 y 2012 a través de los planes de desarrollo sostenibles.

Para las organizaciones ecologistas es difícil cuantificar el dinero que ha recibido Doñana y la riqueza natural, patrimonial y turística que han generado esas inversiones. Quizá, si Doñana se pudiera cuantificar en riqueza económica y de empleo la conservación de este patrimonio de la Unesco no se vería como un freno al desarrollo económico de la zona.

Algunos municipios de la comarca han recelado siempre de la protección de Doñana porque consideran que el alto valor ecológico del parque limita la implantación de algunas actividades industriales y agrícolas que sí son permitidas en otras partes de las provincias de Huelva, Sevilla y Cádiz. Es el eterno amor odio que los municipios han profesado sobre Doñana. Para pueblos como Hinojos, Doñana se ha convertido en el segundo motor económico tras la agricultura.

Dos obstáculos por salvar

El proyecto de producción y almacenamiento de gas que la empresa de Gas Natural Fenosa proyecta en parte del Parque Nacional de Doñana aún debe superar dos obstáculos antes de ser una realidad. La Junta de Andalucía deberá emitir la Autorización Ambiental Unificada y el Ministerio de Industria la autorización definitiva sin las cuales no será posible.

La batalla de los ecologistas contra Gas Natural tendrá como escenario la Unión Europea. Los defensores de la ecología no tirarán la toalla a pesar de que el Gobierno ha apoyado la puesta en marcha de la actividad industrial. WWF y Ecologistas en Acción tienen un referente en la Refinería Balboa del Grupo Gallardo que también quiso usar el subsuelo del espacio natural para el transporte de petróleo. Si en ese caso Doñana ganó la batalla con Gas Natural se podría repetir la hazaña.