Sobre las agencias financieras de calificación
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Sobre las agencias financieras de calificación
El problema es Europa, no sólo las agencias de rating
El sistema de agencias de rating debe ser reformado por dos motivos principales. El primero es que se trata de un oligopolio (Moody’s, Standard & Poors y Fitch controlan el 90% del negocio) que concentra un poder desmesurado con sus recomendaciones, hechas a veces con pocos medios o escaso conocimiento de la situación. Sería necesario promover la competencia con nuevas agencias más cercanas que pudieran cuestionar, cuando fuera procedente, las posiciones de las tres grandes.
El segundo motivo es que estas agencias evaluan en ocasiones los títulos de empresas a las que asesoran sobre cómo diseñarlos para obtener buena calificación. Es necesario, por tanto, separar el departamento de calificación de otras actividades. Resulta absurdo, por tanto, proponer la creación de una agencia de rating pública, que reproduciría este conflicto de intereses al tener que valorar la deuda de los Estados que la han creado y que la controlan.
Sin embargo, lo que se está haciendo estos días es demonizarlas como si se hubieran inventado problemas inexistentes. Esto no es cierto: las deudas y los déficit descontrolados existen realmente y la principal responsabilidad es política. Resulta especialmente ridículo que las voces más altisonantes procedan de unas instituciones europeas que se han mostrado incapaces de articular una respuesta seria a la crisis financiera y en especial al problema de las deudas soberanas. Vivimos en una zona monetaria no óptima, en un continente que comparte una moneda pero que practica políticas económicas y fiscales totalmente dispares. Si las críticas a las agencias de calificación son razonables, no lo es menos su argumento de que el fracaso de la UE en la gestión de la crisis griega ha pesado en la evaluación de la deuda portuguesa.
Los “líderes” europeos renunciaron hace años a profundizar en la integración política de Europa. Las declaraciones grandilocuentes sobre la fortaleza del euro chocan con su actitud pusilánime a la hora de enfrentar la realidad: que, al igual que ocurre en España, la crisis económica europea hunde sus raíces en una crisis política previa. Europa recuerda en ocasiones más a una cámara de comercio provinciana que a una comunidad política. UPyD ya pedía en su programa para las elecciones europeas de 2009 más competencias soberanas para la Comisión - un auténtico gobierno - junto a un Parlamento como único poder legislativo - auténtica representación -. El problema de las agencias de rating es secundario al lado de unas instituciones caducas y de unos políticos inoperantes cada vez más escorados hacia nacionalismos de mente estrecha.
http://www.upyd.es/contenidos/noticias/318/63293-El_problema_es_Europa_no_solo_las_agencias_de_rating
El sistema de agencias de rating debe ser reformado por dos motivos principales. El primero es que se trata de un oligopolio (Moody’s, Standard & Poors y Fitch controlan el 90% del negocio) que concentra un poder desmesurado con sus recomendaciones, hechas a veces con pocos medios o escaso conocimiento de la situación. Sería necesario promover la competencia con nuevas agencias más cercanas que pudieran cuestionar, cuando fuera procedente, las posiciones de las tres grandes.
El segundo motivo es que estas agencias evaluan en ocasiones los títulos de empresas a las que asesoran sobre cómo diseñarlos para obtener buena calificación. Es necesario, por tanto, separar el departamento de calificación de otras actividades. Resulta absurdo, por tanto, proponer la creación de una agencia de rating pública, que reproduciría este conflicto de intereses al tener que valorar la deuda de los Estados que la han creado y que la controlan.
Sin embargo, lo que se está haciendo estos días es demonizarlas como si se hubieran inventado problemas inexistentes. Esto no es cierto: las deudas y los déficit descontrolados existen realmente y la principal responsabilidad es política. Resulta especialmente ridículo que las voces más altisonantes procedan de unas instituciones europeas que se han mostrado incapaces de articular una respuesta seria a la crisis financiera y en especial al problema de las deudas soberanas. Vivimos en una zona monetaria no óptima, en un continente que comparte una moneda pero que practica políticas económicas y fiscales totalmente dispares. Si las críticas a las agencias de calificación son razonables, no lo es menos su argumento de que el fracaso de la UE en la gestión de la crisis griega ha pesado en la evaluación de la deuda portuguesa.
Los “líderes” europeos renunciaron hace años a profundizar en la integración política de Europa. Las declaraciones grandilocuentes sobre la fortaleza del euro chocan con su actitud pusilánime a la hora de enfrentar la realidad: que, al igual que ocurre en España, la crisis económica europea hunde sus raíces en una crisis política previa. Europa recuerda en ocasiones más a una cámara de comercio provinciana que a una comunidad política. UPyD ya pedía en su programa para las elecciones europeas de 2009 más competencias soberanas para la Comisión - un auténtico gobierno - junto a un Parlamento como único poder legislativo - auténtica representación -. El problema de las agencias de rating es secundario al lado de unas instituciones caducas y de unos políticos inoperantes cada vez más escorados hacia nacionalismos de mente estrecha.
http://www.upyd.es/contenidos/noticias/318/63293-El_problema_es_Europa_no_solo_las_agencias_de_rating
Optigan- Cantidad de envíos : 6699
Fecha de inscripción : 23/03/2009
Edad : 43
Localización : Gijón
Re: Sobre las agencias financieras de calificación
Me encanta el europeísmo que estamos teniendo .
Invitado- Invitado
Re: Sobre las agencias financieras de calificación
Es muy simple, si Moody's es una mierda fundamos otra agencia de rating. Todo el mundo puede fundar su agencia de rating, y las que mas acierten seran las que la gente haga caso.
Última edición por Alejandro Villuela el Lun 11 Jul 2011, 12:21, editado 1 vez
Alejandro Villuela- Cantidad de envíos : 9850
Fecha de inscripción : 11/11/2009
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Localización : Burgos/Valladolid
Re: Sobre las agencias financieras de calificación
http://www.levante-emv.com/opinion/2011/07/10/rapina-siglo-xxi/823186.html
Este artículo me parece interesante al respecto.
Este artículo me parece interesante al respecto.
TiranT- Cantidad de envíos : 1439
Fecha de inscripción : 29/04/2011
Localización : valencia
Re: Sobre las agencias financieras de calificación
Alejandro Villuela escribió:Es muy simple, si Moody's es una mierda fundamos otra agencia de rating. Todo el mismo puede fundar su agencia de rating, y las que mas acierten seran las que la gente haga caso.
¡Facilísimo!
Optigan- Cantidad de envíos : 6699
Fecha de inscripción : 23/03/2009
Edad : 43
Localización : Gijón
Re: Sobre las agencias financieras de calificación
Optigan escribió:Alejandro Villuela escribió:Es muy simple, si Moody's es una mierda fundamos otra agencia de rating. Todo el mismo puede fundar su agencia de rating, y las que mas acierten seran las que la gente haga caso.
¡Facilísimo!
No, montar una nueva empresa no es fácil, pero hay que intentarlo, salvo que eses a gusto con las actuales agencias de rating.
Yo tambien creo que Moody's y compañia le pusieron a España AAA cuando no lo era, y ahora califican la deuda portuguesa de basura, cuando ahora el estado portugués es más solvente que con el anterior gobierno.
Alejandro Villuela- Cantidad de envíos : 9850
Fecha de inscripción : 11/11/2009
Edad : 33
Localización : Burgos/Valladolid
Re: Sobre las agencias financieras de calificación
Alejandro Villuela escribió:
No, montar una nueva empresa no es fácil, pero hay que intentarlo, salvo que eses a gusto con las actuales agencias de rating.
Yo tambien creo que Moody's y compañia le pusieron a España AAA cuando no lo era, y ahora califican la deuda portuguesa de basura, cuando ahora el estado portugués es más solvente que con el anterior gobierno.
O sea que el simple cambio de gobierno convierte a un país que no lo era en solvente, sin que haya habido ningún cambio en la economía real . Aunque el gobierno portugués aún no ha podido hacer casi nada y mucho menos hemos podido ver todavía las consecuencias de lo que haya hecho, sin embargo tú alegremente calificas de más solvente ya .
Los problemas de la economía portuguesa, igual que la española; no se arreglan con un cambio de gobierno. El cambio de gobierno es necesario para que cambien las políticas, claro; pero Portugal hoy es igual de insolvente que hace medio año simplemente porque no ha habido tiempo material para que deje de serlo. La sola presencia de un político conservador no arregla nada. En Grecia el pufo (y menudo pufo) lo dejaron los conservadores.
Vaya, me sorprende que entre gente que simpatiza con UPyD se cultive la teoría de que la sola victoria del PP cambia ya las cosas (digo yo que si dices eso de Portugal es porque piensas lo mismo para España). Evidentemente el gobierno del PSOE está agotado y no tiene capacidad ni voluntad de tomar ninguna medida apropiada. Pero es que habrá que ver si el PP las toma (y luego habrá que ver si funcionan y se aplican y qué resultados dan). El ejemplo de Murcia o la Comunidad Valenciana, donde el PP ha gobernado como ha querido; deja bien a las claras que ni mucho menos está garantizado nada.
Invitado- Invitado
Re: Sobre las agencias financieras de calificación
folken90 escribió:Alejandro Villuela escribió:
No, montar una nueva empresa no es fácil, pero hay que intentarlo, salvo que eses a gusto con las actuales agencias de rating.
Yo tambien creo que Moody's y compañia le pusieron a España AAA cuando no lo era, y ahora califican la deuda portuguesa de basura, cuando ahora el estado portugués es más solvente que con el anterior gobierno.
O sea que el simple cambio de gobierno convierte a un país que no lo era en solvente, sin que haya habido ningún cambio en la economía real .
NO. Ahora, con los recortes que ha hecho el nuevo gobierno (como quitar a los trabajadores la mitad de las pagas extra), Portugal es más solvente. Sin embargo, Moody's ha castigado el cambio de gobierno bajando la calificación de su deuda.
Por qué va a ser portugal menos solvente ahora? Será al contrario, ya que se están haciendo recortes.
Alejandro Villuela- Cantidad de envíos : 9850
Fecha de inscripción : 11/11/2009
Edad : 33
Localización : Burgos/Valladolid
Re: Sobre las agencias financieras de calificación
Puede ser más insolvente si Moodys valora que las medidas son insuficientes/inocuas y que en un futuro las cosas se van a poner peor. Da igual que hagas un gran recorte si la perspectiva es que los ingresos van a bajar aún más.
Y de las agencias se podrá decir lo que quiera, pero aquí lo cachondo es que ningún país era como Grecia, y ni Grecia era como otros decían que era Grecia; y hoy ya se está deciendo que Grecia va a hacer un default, que no puede pagar. Pues si las agencias consideran que puede haber contagio de esas cosas (que no iban a suceder nunca según muchos) a Portugal o Irlanda, normal que bajen la calificación. Pero ya digo, aquellos famosos ataques especulativos no eran tales. Es que iba en serio que Grecia no puede pagar y es normal que todos los inversores salieran por patas.
Ni con cambio de gobierno ni con recortes (para que veas lo que puede pasar en Portugal). Vaya, que estoy completamente de acuerdo con el texto que abre el hilo, te lo recuerdo:
Y de las agencias se podrá decir lo que quiera, pero aquí lo cachondo es que ningún país era como Grecia, y ni Grecia era como otros decían que era Grecia; y hoy ya se está deciendo que Grecia va a hacer un default, que no puede pagar. Pues si las agencias consideran que puede haber contagio de esas cosas (que no iban a suceder nunca según muchos) a Portugal o Irlanda, normal que bajen la calificación. Pero ya digo, aquellos famosos ataques especulativos no eran tales. Es que iba en serio que Grecia no puede pagar y es normal que todos los inversores salieran por patas.
Ni con cambio de gobierno ni con recortes (para que veas lo que puede pasar en Portugal). Vaya, que estoy completamente de acuerdo con el texto que abre el hilo, te lo recuerdo:
Esto no es cierto: las deudas y los déficit descontrolados existen realmente y la principal responsabilidad es política. Resulta especialmente ridículo que las voces más altisonantes procedan de unas instituciones europeas que se han mostrado incapaces de articular una respuesta seria a la crisis financiera y en especial al problema de las deudas soberanas. Vivimos en una zona monetaria no óptima, en un continente que comparte una moneda pero que practica políticas económicas y fiscales totalmente dispares. Si las críticas a las agencias de calificación son razonables, no lo es menos su argumento de que el fracaso de la UE en la gestión de la crisis griega ha pesado en la evaluación de la deuda portuguesa.
Invitado- Invitado
Re: Sobre las agencias financieras de calificación
folken90 escribió:Puede ser más insolvente si Moodys valora que las medidas son insuficientes/inocuas y que en un futuro las cosas se van a poner peor. Da igual que hagas un gran recorte si la perspectiva es que los ingresos van a bajar aún más.
Pero por qué va a ir Portugal a peor ahora y no antes. ¿Por qué han esperado a un cambio de gobierno poara bajar la calificación? ¿Por qué hacen creer a la gente que España está mejor que Irlanda, Portugal o Italia? ¿No será que a Moody's le van más los gobiernos de "izquierdas"?
No me parecen objetivos.
Alejandro Villuela- Cantidad de envíos : 9850
Fecha de inscripción : 11/11/2009
Edad : 33
Localización : Burgos/Valladolid
Re: Sobre las agencias financieras de calificación
No puedo estar más de acuerdo con el post de Optigan que abre el post.
Y oye, Moody's cometerá fallos, pero ni blanco ni negro, ni son unos especuladores malotes, ni hay que tomarse sus palabras siempre como la Biblia. Pero por supuesto, son expertos, y cuando dicen algo, alguna razón deben tener, aunque puedan confundirse en el análisis más o menos.
Y oye, Moody's cometerá fallos, pero ni blanco ni negro, ni son unos especuladores malotes, ni hay que tomarse sus palabras siempre como la Biblia. Pero por supuesto, son expertos, y cuando dicen algo, alguna razón deben tener, aunque puedan confundirse en el análisis más o menos.
Xaviar- Cantidad de envíos : 6558
Fecha de inscripción : 21/12/2010
Localización : Jaén/ Madrid
Re: Sobre las agencias financieras de calificación
Alejandro Villuela escribió:
Pero por qué va a ir Portugal a peor ahora y no antes. ¿Por qué han esperado a un cambio de gobierno poara bajar la calificación? ¿Por qué hacen creer a la gente que España está mejor que Irlanda, Portugal o Italia? ¿No será que a Moody's le van más los gobiernos de "izquierdas"?
No me parecen objetivos.
¿Cómo que por qué va a ir a peor? ¿Y por qué están yendo a peor España e Italia? Pues porque nadie da dos duros ya por la recuperación de Europa. Grecia todo el mundo asume que va a hacer default y se va a llevar por delante a Portugal o Irlanda, independientemente de las medidas que tomen (y tienen que tomar de cualquier forma) sus gobiernos; y sólo con mucha suerte España e Italia aguantarán.
Menuda tontería lo de los gobiernos de izquierdas, simple y llanamente. Yo no digo que sean objetivos, sólo digo que es perfectamente razonable que ahora se baje la calificación a todos los periféricos de la UE (y ya se la bajarán, tranquilo). A todos, simplemente porque tiene toda la pinta de que la UE no va a ser capaz de llevar la situación.
Invitado- Invitado
Re: Sobre las agencias financieras de calificación
Calificaciones bajo sospecha
Cuando ya llevamos años instalados en una crisis financiera cuyo primer contagiado ha sido la economía real, cuando se han destruido millones de empleos en toda Europa, cuando se ha sometido al chantaje y a presiones inauditas a diversos gobiernos, y cuando se ha visto que los principales responsables de esta crisis siguen disfrutando de sus privilegios, algunos gobiernos, instituciones y partidos comienzan a cuestionar el papel que en este proceso han jugado las agencias de calificación. Otros, ya hace tiempo que venimos denunciando que sus actos ni son inocuos ni carentes de responsabilidad en el ámbito del derecho penal. Pero hasta ahora no se nos ha querido escuchar.
Para entender el papel de Moody’s, Standard & Poor’s y Fitch a lo largo de la crisis habría que distinguir dos momentos. El primero tiene lugar aproximadamente a partir de 2001, con la expansión del boom inmobiliario. Entonces, el negocio de las agencias consistió en calificar al alza –previo pago por su asesoramiento– diferentes productos financieros de sus clientes. Muchos de esos productos eran hipotecas basura y activos tóxicos. Las agencias, en connivencia con la banca, les otorgaron la máxima calificación. Gracias a estas operaciones, los ejecutivos de las agencias multiplicaron sus ingresos. Al mismo tiempo, generaron una burbuja cuyo estallido aniquiló de un plumazo el derecho a la vivienda de miles de familias y condenó a muchas otras al desempleo.
En Estados Unidos, estas actuaciones están siendo investigadas por diferentes tribunales e indagadas por el Senado y por la Comisión estatal de Bolsa y Valores. En Ohio, Connecticut y California se ha acusado a las agencias de haber actuado sin rigor ni transparencia, de haber emitido información fraudulenta y de haber favorecido a clientes a los que previamente asesoraban, en un claro conflicto de intereses. Lo mismo sucede en Italia, donde la Fiscalía ha abierto ya una investigación.
El segundo momento es aquel que viene caracterizado, durante la crisis, con continuos ataques a la credibilidad y estabilidad de las economías más afectadas por la misma; todas y cada una de las acciones emprendidas por los gobiernos de Grecia, Portugal, España y otros han sido denostadas por esas agencias, generando una desconfianza aún más profunda en las economías nacionales, siempre con el consiguiente beneficio para empresas que son también clientes de las agencias o, incluso, accionistas de ellas.
En el ámbito europeo, las sanciones a las agencias o a la banca por su responsabilidad no han llegado siquiera a eso. Es más, en casos como el español, diversas entidades financieras son protagonistas de operaciones hipotecarias que bien podrían encuadrarse en el delito de estafa. Sin embargo, han recibido ingentes cantidades de ayuda que les han permitido convertir su deuda privada en deuda pública. Y todo ello prácticamente sin contraprestaciones que las obligue, al menos, a aliviar el grave problema habitacional que han contribuido a crear.
El problema real no se quiere abordar como corresponde. No solo es necesaria la creación de una entidad de calificación europea, independiente y transparente, sino que, junto con ello, debería revisarse el comportamiento que las principales agencias han tenido antes y durante esta crisis para, sobre una investigación seria, depurar las responsabilidades que les correspondan.
Ante las brutales pérdidas generadas a las arcas públicas de los países atacados por estas agencias, ante los millones de puestos de trabajo destruidos y los ingentes perjuicios generados a los ciudadanos, es evidente que los gobiernos que pretendan mantener su credibilidad en materia de prevención y represión de este tipo de comportamientos deben afrontar este problema con firmeza y valor.
Algunas organizaciones –como el Observatorio DESC, Izquierda Unida o Attac– han puesto estos graves hechos en conocimiento judicial, a través de una querella que lleva casi cinco meses paralizada en manos de la Fiscalía Anticorrupción; se trata de un esfuerzo cívico importante, valiente y coherente que pretende servir de acicate para que el Gobierno, a través de la Abogacía del Estado y de la Fiscalía, actúe sobre estas empresas y les reclame la responsabilidad que tienen en esta crisis y en las dificultades que existen para salir de ella.
La parálisis que atenaza al Gobierno para impulsar esta iniciativa judicial podría, hipotéticamente, tener su fundamento en algún tipo de actuación de las propias agencias. Siempre en el terreno especulativo, podría ser que hubiesen avisado que, en caso de procederse en contra de estas empresas privadas, las mismas dejarían de calificar a España, con las consecuencias que ello tendría en el mercado. Para poder recobrar la confianza en las instituciones y, especialmente en la diligencia del Gobierno, es preciso que se actúe con firmeza, con valentía y enviando un claro mensaje: en esta guerra contra nuestra economía ni nos vamos a rendir ni vamos a dejarnos avasallar por quienes no pretenden otra cosa que enriquecerse a costa de todos nosotros.
Los límites de la actividad empresarial son los que establece el Código Penal; y quien se los salte debe estar dispuesto a afrontar las consecuencias y quien dirige los destinos de este país debe asumir, con responsabilidad y valentía, la imperiosa necesidad de acotar prácticas que han excedido el ámbito de lo mercantil.
http://www.attac.es/calificaciones-bajo-sospecha/
Las agencias tienen culpa, no toda la culpa
Con la SGAE en horas bajas, ya tenemos candidato a heredar su trono de enemigo público número uno: las agencias de calificación. Con la ventaja de que en este caso el malestar está más extendido: ciudadanos, medios y últimamente también gobernantes –aunque por ahora sólo de boquilla-.
Sus nombres son ya parte de la cultura popular: pocos ignoran quiénes son Moody’s, Standard & Poor’s y Fitch, los tres jinetes del apocalipsis económico a los que hemos colocado en lo más alto de la picota, sobre todo tras sus últimas decisiones.
Es cierto que tienen mucha culpa. Tras avalar la basura financiera durante años, y cuando hay más que indicios de que se han comportado de forma delincuente –aunque la denuncia presentada en España contra ellas duerme en un cajón de la fiscalía-, ahora se dedican a soplar sobre las ascuas de los incendios europeos, poniéndoselo fácil a los buitres financieros.
Pero dicho todo eso, sería muy ingenuo pensar que el problema se acaba con crear una agencia europea que quite poder a las tres grandes. Tal agencia –para la que tampoco vemos mucha prisa- serviría para aliviar tensiones, sí, y obligaría a esos buitres a esforzarse un poco más para forrarse con la desgracia ajena. Pero sin agencias seguiría habiendo especulación, que existe en la deuda pública pero también en los mercados de materias primas, o con los alimentos. Y por cierto: antes de la crisis las agencias ya hicieron lo mismo con otros países, pero sólo cuando se han tirado al cuello de Europa empezamos a verlas como vampiros.
Acabar con el oligopolio criminal de las agencias sería un paso, incluso un buen paso, pero se quedaría en poco sin otros cambios, puesto que sólo son una pieza más de un engranaje que funciona con el único combustible que conoce: la ganancia fácil, el riesgo cuyas consecuencias siempre pagan otros, la búsqueda del beneficio a toda costa. Capitalismo se llama, no sé si les suena el nombre.
Sin las agencias estaríamos mejor, por supuesto, pero no estaríamos bien. Y ya inventarían otra cosa para que no decaiga la fiesta.
http://www.attac.es/las-agencias-tienen-culpa-no-toda-la-culpa/
Cuando ya llevamos años instalados en una crisis financiera cuyo primer contagiado ha sido la economía real, cuando se han destruido millones de empleos en toda Europa, cuando se ha sometido al chantaje y a presiones inauditas a diversos gobiernos, y cuando se ha visto que los principales responsables de esta crisis siguen disfrutando de sus privilegios, algunos gobiernos, instituciones y partidos comienzan a cuestionar el papel que en este proceso han jugado las agencias de calificación. Otros, ya hace tiempo que venimos denunciando que sus actos ni son inocuos ni carentes de responsabilidad en el ámbito del derecho penal. Pero hasta ahora no se nos ha querido escuchar.
Para entender el papel de Moody’s, Standard & Poor’s y Fitch a lo largo de la crisis habría que distinguir dos momentos. El primero tiene lugar aproximadamente a partir de 2001, con la expansión del boom inmobiliario. Entonces, el negocio de las agencias consistió en calificar al alza –previo pago por su asesoramiento– diferentes productos financieros de sus clientes. Muchos de esos productos eran hipotecas basura y activos tóxicos. Las agencias, en connivencia con la banca, les otorgaron la máxima calificación. Gracias a estas operaciones, los ejecutivos de las agencias multiplicaron sus ingresos. Al mismo tiempo, generaron una burbuja cuyo estallido aniquiló de un plumazo el derecho a la vivienda de miles de familias y condenó a muchas otras al desempleo.
En Estados Unidos, estas actuaciones están siendo investigadas por diferentes tribunales e indagadas por el Senado y por la Comisión estatal de Bolsa y Valores. En Ohio, Connecticut y California se ha acusado a las agencias de haber actuado sin rigor ni transparencia, de haber emitido información fraudulenta y de haber favorecido a clientes a los que previamente asesoraban, en un claro conflicto de intereses. Lo mismo sucede en Italia, donde la Fiscalía ha abierto ya una investigación.
El segundo momento es aquel que viene caracterizado, durante la crisis, con continuos ataques a la credibilidad y estabilidad de las economías más afectadas por la misma; todas y cada una de las acciones emprendidas por los gobiernos de Grecia, Portugal, España y otros han sido denostadas por esas agencias, generando una desconfianza aún más profunda en las economías nacionales, siempre con el consiguiente beneficio para empresas que son también clientes de las agencias o, incluso, accionistas de ellas.
En el ámbito europeo, las sanciones a las agencias o a la banca por su responsabilidad no han llegado siquiera a eso. Es más, en casos como el español, diversas entidades financieras son protagonistas de operaciones hipotecarias que bien podrían encuadrarse en el delito de estafa. Sin embargo, han recibido ingentes cantidades de ayuda que les han permitido convertir su deuda privada en deuda pública. Y todo ello prácticamente sin contraprestaciones que las obligue, al menos, a aliviar el grave problema habitacional que han contribuido a crear.
El problema real no se quiere abordar como corresponde. No solo es necesaria la creación de una entidad de calificación europea, independiente y transparente, sino que, junto con ello, debería revisarse el comportamiento que las principales agencias han tenido antes y durante esta crisis para, sobre una investigación seria, depurar las responsabilidades que les correspondan.
Ante las brutales pérdidas generadas a las arcas públicas de los países atacados por estas agencias, ante los millones de puestos de trabajo destruidos y los ingentes perjuicios generados a los ciudadanos, es evidente que los gobiernos que pretendan mantener su credibilidad en materia de prevención y represión de este tipo de comportamientos deben afrontar este problema con firmeza y valor.
Algunas organizaciones –como el Observatorio DESC, Izquierda Unida o Attac– han puesto estos graves hechos en conocimiento judicial, a través de una querella que lleva casi cinco meses paralizada en manos de la Fiscalía Anticorrupción; se trata de un esfuerzo cívico importante, valiente y coherente que pretende servir de acicate para que el Gobierno, a través de la Abogacía del Estado y de la Fiscalía, actúe sobre estas empresas y les reclame la responsabilidad que tienen en esta crisis y en las dificultades que existen para salir de ella.
La parálisis que atenaza al Gobierno para impulsar esta iniciativa judicial podría, hipotéticamente, tener su fundamento en algún tipo de actuación de las propias agencias. Siempre en el terreno especulativo, podría ser que hubiesen avisado que, en caso de procederse en contra de estas empresas privadas, las mismas dejarían de calificar a España, con las consecuencias que ello tendría en el mercado. Para poder recobrar la confianza en las instituciones y, especialmente en la diligencia del Gobierno, es preciso que se actúe con firmeza, con valentía y enviando un claro mensaje: en esta guerra contra nuestra economía ni nos vamos a rendir ni vamos a dejarnos avasallar por quienes no pretenden otra cosa que enriquecerse a costa de todos nosotros.
Los límites de la actividad empresarial son los que establece el Código Penal; y quien se los salte debe estar dispuesto a afrontar las consecuencias y quien dirige los destinos de este país debe asumir, con responsabilidad y valentía, la imperiosa necesidad de acotar prácticas que han excedido el ámbito de lo mercantil.
http://www.attac.es/calificaciones-bajo-sospecha/
Las agencias tienen culpa, no toda la culpa
Con la SGAE en horas bajas, ya tenemos candidato a heredar su trono de enemigo público número uno: las agencias de calificación. Con la ventaja de que en este caso el malestar está más extendido: ciudadanos, medios y últimamente también gobernantes –aunque por ahora sólo de boquilla-.
Sus nombres son ya parte de la cultura popular: pocos ignoran quiénes son Moody’s, Standard & Poor’s y Fitch, los tres jinetes del apocalipsis económico a los que hemos colocado en lo más alto de la picota, sobre todo tras sus últimas decisiones.
Es cierto que tienen mucha culpa. Tras avalar la basura financiera durante años, y cuando hay más que indicios de que se han comportado de forma delincuente –aunque la denuncia presentada en España contra ellas duerme en un cajón de la fiscalía-, ahora se dedican a soplar sobre las ascuas de los incendios europeos, poniéndoselo fácil a los buitres financieros.
Pero dicho todo eso, sería muy ingenuo pensar que el problema se acaba con crear una agencia europea que quite poder a las tres grandes. Tal agencia –para la que tampoco vemos mucha prisa- serviría para aliviar tensiones, sí, y obligaría a esos buitres a esforzarse un poco más para forrarse con la desgracia ajena. Pero sin agencias seguiría habiendo especulación, que existe en la deuda pública pero también en los mercados de materias primas, o con los alimentos. Y por cierto: antes de la crisis las agencias ya hicieron lo mismo con otros países, pero sólo cuando se han tirado al cuello de Europa empezamos a verlas como vampiros.
Acabar con el oligopolio criminal de las agencias sería un paso, incluso un buen paso, pero se quedaría en poco sin otros cambios, puesto que sólo son una pieza más de un engranaje que funciona con el único combustible que conoce: la ganancia fácil, el riesgo cuyas consecuencias siempre pagan otros, la búsqueda del beneficio a toda costa. Capitalismo se llama, no sé si les suena el nombre.
Sin las agencias estaríamos mejor, por supuesto, pero no estaríamos bien. Y ya inventarían otra cosa para que no decaiga la fiesta.
http://www.attac.es/las-agencias-tienen-culpa-no-toda-la-culpa/
Invitado- Invitado
Re: Sobre las agencias financieras de calificación
Esto es interesante:
https://upyd.forosactivos.net/t3521-agencias-de-calificacion#53116
https://upyd.forosactivos.net/t3521-agencias-de-calificacion#53116
Alejandro Villuela- Cantidad de envíos : 9850
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