UPyD: una forma alternativa y efectiva de hacer política low-cost

UPyD: una forma alternativa y efectiva de hacer política low-cost

Hace casi dos meses, cuando salieron de la madrileña plaza de toros de Vistalegre, reinaba el optimismo en UPyD. Un partido con poco más de tres años de historia y 1,2 millones de presupuesto –muy lejos de las cantidades que manejan los grandes partidos – había conseguido reunir a miles de seguidores en un mitin. En la entrada, pidieron que cada uno de los asistentes que contribuyera voluntariamente con un euro. Consiguieron recaudar 4.000. En el partido lo consideran “un hito”. El santuario del PSOE, donde tradicionalmente celebra sus actos más multitudinarios, había sido profanado por quienes pretenden abrirse un hueco entre los dos grandes partidos.

Al contrario de lo que hacen otras organizaciones, “no pusimos un autobús ni regalamos bocadillos”, asegura Francisco Pimentel, responsable de campaña de UPyD. “El mitin fue lo que fue, un acto en el que se justifica, se argumenta, no se insulta, no se ataca a los demás partidos. La gente salió encantada”, resume Pimentel. Era la primera vez que la formación se atrevía con un acto para las masas. No es su estilo.

Su estrategia de comunicación tiene dos patas fundamentales: Internet y los pequeños actos en las calles. El perfil del votante, aseguran desde el partido, es urbano, relativamente joven e informado. El votante de UPyD está en la Red. “Tenemos que ir a lo barato”, reconoce Pimentel. “Es la única forma de hacer llegar nuestras propuestas”, añade Beatriz Becerra, directora de comunicación del partido. Y fruto de esta estrategia, nació la plataforma marea magenta, una página web que ha recogido todo el caudal de información que surgía durante la campaña.

La marea llegó a Internet justo antes de invadir Vistalegre. “La gente nos demandaba un lugar en el que participar”, insiste Becerra. Además de consultar las propuestas o ver los vídeos de los actos del partido, los usuarios pueden hacer preguntas a los candidatos, que responden después en la misma plataforma. También se pueden seguir los mensajes que los simpatizantes dejan en Twitter o en Facebook, la otra gran baza de UPyD.

“Esta campaña es la primera en la que las redes sociales han sido verdaderamente importantes”, asegura Francisco Pimentel. En Twitter, el perfil oficial del partido tiene casi 7.000 seguidores, el de Marea Magenta 3.500; mientras que la página oficial de Facebook de su líder, Rosa Díez, tiene más de 9.000 seguidores. Los militantes no llegan a 8.000. “Internet es nuestro”, sentencia Pimentel.

Los simpatizantes se suman al carro

No tienen datos oficiales, porque la resaca de las elecciones los abruma y el tiempo es escaso. Sin embargo, desde la dirección aseguran que han quintuplicado los seguidores en Twitter desde enero y que la afluencia de simpatizantes a las oficinas se ha incrementado enormemente desde el lunes. La marca UPyD ha triunfado y muchos de esos seguidores virtuales quieren convertirse en afiliados analógicos.

El domingo pasado obtuvieron 465.125 de esos apoyos, un 2,06% de los votos totales, convirtiéndose en la cuarta de las fuerzas políticas que se presentan en todo el territorio nacional. Aunque los mejores resultados los cosecharon en Madrid, donde consiguieron cinco concejales en el Ayuntamiento –con un 7,85% de los votos- y ocho diputados en la Asamblea regional (6,3%). Rosa Díez se mostró encantada con el resultado y recalcó que quedaba demostrado que “UPyD es un partido nacional”.

Del escaño de Rosa Díez en el Congreso, pasaron a tener un representante en la Cámara vasca, un eurodiputado en las últimas elecciones europeas y ahora a ostentar 152 concejales en 94 ayuntamientos en estas elecciones municipales. El partido de Rosa Díez ha dejado de ser el partido únicamente de Rosa Díez. “Somos un partido muy personalista necesariamente; al ser muy pequeño, teníamos que apoyarnos en la gran líder que tenemos. Ahora es el momento de que los candidatos se den a conocer”, sostiene la directora de comunicación.

No, sin los medios tradicionales

Pese al optimismo reinante, desde la formación aseguran que esto no será posible si los medios de comunicación tradicionales no se hacen eco de sus propuestas. “Es fundamental salir en televisión. La gente no se cree los anuncios, pero si no estás en los anuncios, eres sospechoso”, reflexiona Pimentel. “Hay un ninguneo sistemático, se escamotea información a los ciudadanos”, lamenta Becerra, quien asegura que los medios no le prestan la atención necesaria, mientras publican a diario cada una de las declaraciones del presidente del Gobierno y el líder de la oposición.

Y ahí es donde entra la otra línea maestra de UPyD para combatir la hegemonía de PSOE y PP en la batalla por la información: el trabajo en la calle. “La calle es de todos”, afirma el responsable de campaña del partido. De esta forma, UPyD trata de llegar al público al que no accedería si sólo trabajara desde la Red. Durante la campaña una red de voluntarios salía a las plazas públicas para difundir materiales e informar a los ciudadanos. “Es una forma de comunicar muy horizontal. En nuestros mítines, siempre hay una parte final donde la gente interviene; respondemos a la prensa y a los ciudadanos y a la gente le encanta”, reconoce Pimentel.

Precisamente a sólo unos metros de la Puerta del Sol, donde se ubicó el movimiento ciudadano que marcó la semana previa a las elecciones, Rosa Díez cerró la campaña electoral con un mitin en la madrileña plaza de Ópera, ante medio millar de personas. Era la cuadratura del círculo, más al estilo UPyD. La diputada vaticinó que estas elecciones marcarían el “fin del bipartidismo”. Unas horas más tarde, su formación irrumpía con fuerza en las instituciones madrileñas. La responsable de comunicación del partido insiste en que “con la brecha que se ha abierto en estos comicios, la perspectiva no puede ser otra que crecer”, de cara a las próximas elecciones.

El Confidencial