La Construcción Nacional Catalana

Comentaba un político catalán el otro día, que el Estatut recortado, tal vez no fuera una pésima herramienta... en manos de otros políticos con otra sensibilidad, y un enfoque diferente de lo que es o ha de ser la política, y de que para que sirven las instituciones públicas.

Pero efectivamente, en manos de una clase política catalana - desde el moderado PSC hasta los nuevos profetas del independentismo Carretero y Laporta - en que la construcción nacional es lo prioritario, necesariamente será una herramienta nefasta, que padeceremos muy especialmente los ciudadanos residentes en Cataluña, y al final, todos los españoles.

El inexistente estado catalán que se pretende ir haciendo cada día, no se proyecta con el objetivo de servicio a la ciudadanía, de defender sus derechos y libertades - e imponer la correspondiente e imprescindible contrapartida de obligaciones y cargas - sino que se proyecta la situación inversa: el ciudadano es el que ha de quedar reducido al servicio del estado, y este supeditado a la idea de construcción nacional, de una nación ideal.

En esta nación ideal todos los residentes se sentirán catalanes, todos tendrán el catalán como única lengua de uso, todos guardarán rencor a los españoles - perdón, a los castellanos - por la Guerra de Sucesión, y el franquismo, y por fin el lema: "una llengua, una história, una cultura, un país" será la realidad que mastiquemos cada día.

Como la sociedad catalana está muy alejada de este retrato ideal, es necesario construir un estado basado en la consecución de esta idea. En el fondo, quienes defienden este postulado, admiten encontrarse en minoría, y el miedo transformado en odio, es lo que les impulsa; saben que la única manera de obtener una Catalunya Catalana es de arriba a abajo: el estado impondrá la catalanidad a la ciudadanía. No cualquier catalanidad, sino las que ellos barruntan se corresponde al ideal, ante el cual tantas veces ellos se masturbaron.

Ni la protección hacia las lenguas minoritarias que ofrecería la Unión Europea [correspondiendo ese orden secundario al castellano] les amedrenta: catalán única lengua oficial; el que no le guste, que vuelva a cruzar el Ebro y se vuelva a su tierra, aunque haya nacido aquí y realmente no tenga adonde ir.


PD.
Espero que aprovechando la nueva ley de comercio, Santiago Espot y sus muchachos no denuncien tres mil, sino trescientasmil infracciones, a ver si así de una vez se produce una reacción.

Bueno,yo leí un artículo en ¡¡"el pais"!! -qué cosa más rara,eso sí,era viejo- que el señorito Pujol,ya desde la Transición proyectaba crear los barrios catalanistas,donde al buen modelo hitleriano,estarían separados los "buenos catalanes" de los "malos catalanes" -a ver si encuentro el artículo y os lo pongo- con sus juventudes catalanistas-como las hitlerianas- sus centros de veraneo catalanistas,parques catalanistas y la madre que los parió catalanistas

No llega a ser la aberración de HASI,que proyectaba crear gulags urbanos para españoles en el centro de Bilbao,pero por ahí,por ahí andaba
Una especie de "1984" pero en catalán

Pero tú no te preocupes Pedro,que la realidad catalana es esta.Corbacho dió en todo el clavo al reflejar la realidad de Cataluña.Bueno,y decir a todo el mundo que el que no la haya visto,ya tarda