Déjame dormir, mamá
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Déjame dormir, mamá
Hijo mío, por favor,
de tu blando lecho salta.
Déjame dormir, mamá,
que no hace ninguna falta.
Hijo mío, por favor,
levántate y desayuna.
Déjame dormir, mamá,
que no hace falta ninguna.
Hijo mío, por favor,
que traigo el café con leche.
Mamá, deja que en las sábanas
un rato más aproveche.
Hijo mío, por favor,
que España entera se afana.
¡Que no! ¡Que no me levanto
porque no me da la gana!
Hijo mío, por favor,
que el sol está ya en lo alto.
Déjame dormir, mamá,
no pasa nada si falto.
Hijo mío, por favor,
que es la hora del almuerzo.
Déjame, que levantarme
me supone mucho esfuerzo.
Hijo mío, por favor,
van a llamarte haragán.
Déjame, mamá, que nunca
me ha importado el qué dirán.
Hijo mío, por favor,
¿y si tu jefe se enfada?
Que no, mamá, déjame,
que no me va pasar nada.
Hijo mío, por favor,
que ya has dormido en exceso.
Déjame, mamá, que soy
diputado del Congreso
y si falto a las sesiones
ni se advierte ni se nota.
Solamente necesito
acudir cuando se vota,
que los diputados somos
ovejitas de un rebaño
para votar lo que digan
y dormir en el escaño...
En serio, mamita mía,
yo no sé por qué te inquietas
si por ser culiparlante
cobro mi sueldo y mis dietas.
Lo único que preciso,
de verdad, mamá, no insistas,
es conseguir otra vez
que me pongan en las listas.
Hacer la pelota al líder,
ser sumiso, ser amable
Y aplaudirle, por supuesto,
cuando en la tribuna hable.
Y es que ser parlamentario
fatiga mucho y amuerma.
Por eso estoy tan molido.
¡Déjame, mamá, que duerma!
Bueno, te dejo, hijo mío.
Perdóname, lo lamento.
¡Yo no sabía el estrés
que produce el Parlamento!
José Aguilar Jurado, Filólogo español
de tu blando lecho salta.
Déjame dormir, mamá,
que no hace ninguna falta.
Hijo mío, por favor,
levántate y desayuna.
Déjame dormir, mamá,
que no hace falta ninguna.
Hijo mío, por favor,
que traigo el café con leche.
Mamá, deja que en las sábanas
un rato más aproveche.
Hijo mío, por favor,
que España entera se afana.
¡Que no! ¡Que no me levanto
porque no me da la gana!
Hijo mío, por favor,
que el sol está ya en lo alto.
Déjame dormir, mamá,
no pasa nada si falto.
Hijo mío, por favor,
que es la hora del almuerzo.
Déjame, que levantarme
me supone mucho esfuerzo.
Hijo mío, por favor,
van a llamarte haragán.
Déjame, mamá, que nunca
me ha importado el qué dirán.
Hijo mío, por favor,
¿y si tu jefe se enfada?
Que no, mamá, déjame,
que no me va pasar nada.
Hijo mío, por favor,
que ya has dormido en exceso.
Déjame, mamá, que soy
diputado del Congreso
y si falto a las sesiones
ni se advierte ni se nota.
Solamente necesito
acudir cuando se vota,
que los diputados somos
ovejitas de un rebaño
para votar lo que digan
y dormir en el escaño...
En serio, mamita mía,
yo no sé por qué te inquietas
si por ser culiparlante
cobro mi sueldo y mis dietas.
Lo único que preciso,
de verdad, mamá, no insistas,
es conseguir otra vez
que me pongan en las listas.
Hacer la pelota al líder,
ser sumiso, ser amable
Y aplaudirle, por supuesto,
cuando en la tribuna hable.
Y es que ser parlamentario
fatiga mucho y amuerma.
Por eso estoy tan molido.
¡Déjame, mamá, que duerma!
Bueno, te dejo, hijo mío.
Perdóname, lo lamento.
¡Yo no sabía el estrés
que produce el Parlamento!
José Aguilar Jurado, Filólogo español
Evergetes- Admin
- Cantidad de envíos : 16266
Fecha de inscripción : 20/12/2008
Edad : 38
Localización : Salamanca
Re: Déjame dormir, mamá
Hablando de estos temas....
Algo personal
Probablemente en su pueblo se les recordará
como a cachorros de buenas personas,
que hurtaban flores para regalar a su mamá
y daban de comer a las palomas.
Probablemente que todo eso debe ser verdad
aunque es mas turbio como y de que manera
llegaron esos individuos a ser lo que son
ni a quien sirven cuando alzan sus banderas.
Hombres de paja que usan la colonia y el honor
para ocultar oscuras intenciones:
Tienen doble vida, son sicarios del mal,
entre esos tipos y yo hay algo personal.
Rodeados de protocolo, comitiva y seguridad,
viajan de incógnito en autos blindados
a sembrar calumnias, a mentir con naturalidad,
a colgar en las escuelas su retrato.
Se gastan mas de lo que tienen en coleccionar
espías, listas negras y arsenales;
resulta bochornoso verlos fanfarronear
a ver quien es el que la tiene mas grande.
Se arman hasta los dientes en nombre de la paz,
juegan con cosas que no tienen repuesto
y las culpa es de otros si algo les sale mal.
Entre esos tipos y yo hay algo personal.
Y como quien en la cosa nada tiene que perder
pulsan la alarma y rompen las promesas
y en nombre de quien no tienen el gusto de conocer,
nos ponen la pistola en la cabeza
Se agarran de los pelos pero, para no ensuciar,
van a cagar a casa de otra gente
y experimentan nuevos métodos de masacrar,
sofisticados y a la vez convincentes.
No conocen ni a su padre cuando pierden el control,
ni recuerdan que en el mundo hay niños
Nos niegan a todos el pan y la sal.
Entre esos tipos y yo hay algo personal.
Pero eso sí, los sicarios no pierden la ocasión,
de declarar públicamente su empeño,
de propiciar un dialogo de franca distensión,
que les permita hallar un marco previo.
Que garantice unas premisas mínimas
que faciliten crear los resortes
que impulsen un punto de partida sólido y capaz
de este a oeste y de sur a norte,
Donde establecer las bases de un tratado de amistad
que contribuya a poner los cimientos
de una plataforma donde edificar
un hermoso futuro de amor y Paz.
El bueno de Serrat...
Saludos
Algo personal
Probablemente en su pueblo se les recordará
como a cachorros de buenas personas,
que hurtaban flores para regalar a su mamá
y daban de comer a las palomas.
Probablemente que todo eso debe ser verdad
aunque es mas turbio como y de que manera
llegaron esos individuos a ser lo que son
ni a quien sirven cuando alzan sus banderas.
Hombres de paja que usan la colonia y el honor
para ocultar oscuras intenciones:
Tienen doble vida, son sicarios del mal,
entre esos tipos y yo hay algo personal.
Rodeados de protocolo, comitiva y seguridad,
viajan de incógnito en autos blindados
a sembrar calumnias, a mentir con naturalidad,
a colgar en las escuelas su retrato.
Se gastan mas de lo que tienen en coleccionar
espías, listas negras y arsenales;
resulta bochornoso verlos fanfarronear
a ver quien es el que la tiene mas grande.
Se arman hasta los dientes en nombre de la paz,
juegan con cosas que no tienen repuesto
y las culpa es de otros si algo les sale mal.
Entre esos tipos y yo hay algo personal.
Y como quien en la cosa nada tiene que perder
pulsan la alarma y rompen las promesas
y en nombre de quien no tienen el gusto de conocer,
nos ponen la pistola en la cabeza
Se agarran de los pelos pero, para no ensuciar,
van a cagar a casa de otra gente
y experimentan nuevos métodos de masacrar,
sofisticados y a la vez convincentes.
No conocen ni a su padre cuando pierden el control,
ni recuerdan que en el mundo hay niños
Nos niegan a todos el pan y la sal.
Entre esos tipos y yo hay algo personal.
Pero eso sí, los sicarios no pierden la ocasión,
de declarar públicamente su empeño,
de propiciar un dialogo de franca distensión,
que les permita hallar un marco previo.
Que garantice unas premisas mínimas
que faciliten crear los resortes
que impulsen un punto de partida sólido y capaz
de este a oeste y de sur a norte,
Donde establecer las bases de un tratado de amistad
que contribuya a poner los cimientos
de una plataforma donde edificar
un hermoso futuro de amor y Paz.
El bueno de Serrat...
Saludos
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