El gobierno aprueba una ley de unidad de mercado

El Gobierno da luz verde a una ley para unificar el mercado español


LA PROPUESTA DEL EJECUTIVO DEL PARTIDO POPULAR PUEDE INVADIR LAS COMPETENCIAS VASCAS


Las empresas han conseguido una de sus grandes aspiraciones que no era otra que lograr que el territorio del Estado español funcionase como una verdadera unidad de mercado, algo que el ejercicio de las competencias derivadas del Estado autonómico había dificultado por la proliferación y multiplicación de normativas que obligaba a las compañías a cumplir con normativas diferentes en cada territorio. El Gobierno español dio ayer luz verde al anteproyecto de Ley de Garantía de la Unidad de Mercado, una norma que permitirá a empresas y profesionales ofrecer sus productos o servicios en todo el territorio del Estado español con una única licencia, de cualquier Comunidad Autónoma, y que se estima que permitirá incrementar anualmente el PIB español en 1.500 millones de euros en sus primeros diez años. Más allá de que la medida esconda, una vez más, el afán recentralizador del PP y conculque competencias vascas, la medida es saludada positivamente por las empresas y por instituciones como las Cámaras de Comercio que consideran que la norma "supone un paso decisivo para la economía española y contribuirá a una más rápida salida de la crisis".

Como han venido reclamando las Cámaras durante años, la nueva iniciativa legal facilitará la libre circulación de bienes y servicios en todo el territorio del Estado español y, según las citadas instituciones, servirá para el relanzamiento del tejido comercial e industrial, así como para aumentar la competitividad. La nueva normativa está inspirada, según fuentes del Gobierno español, en los principios de licencia única y legislación de origen sobre los que se basa el Mercado Único Europeo, y persigue asegurar la citada libre circulación de bienes y servicios y eliminar el coste que conlleva tener que adaptarse a las distintas normativas autonómicas, afirmó la vicepresidenta del Gobierno español, Soraya Sáenz de Santamaría. Ahora, hay empresas obligadas a fabricar hasta 17 versiones distintas de un mismo producto o pedir hasta 17 licencias, tantas como Comunidades existentes, para un mismo servicio. A modo de ejemplo, Sáenz de Santamaría explicó que una empresa que vende un producto alimentario debe incluir en el etiquetado especificaciones distintas de su composición en función del lugar donde se comercialice. En la actualidad hay firmas que trabajan en la línea correcta, como Eroski, que etiquetan sus productos en las cuatro lenguas oficiales del Estado: euskera, catalán, gallego y castellano. Uno de los lobbys más activos en defensa de esta ley ha sido el de la gran distribución comercial que criticaba los límites a la apertura de grandes centros comerciales o de horarios en algunas autonomías. De hecho la coalición Amaiur señaló ayer que considera que la norma favorece a las multinacionales y generará pérdida de empleos en pymes locales además de temer una discriminación lingüística.

"No es una ley de armonización ni de recentralización de competencias"

Soraya SAenz de Santamaría

Vicepresidenta del Gobierno español

"Se pretende una recentralización estatal recortando soberanía a Euskal Herria"

Amaiur

UPyD celebra que se regule el mercado único pero pide al Gobierno más armonización normativa

nión, Progreso y Democracia (UPyD) celebra que el Consejo de Ministros haya aprobado este viernes una normativa sobre el mercado único, alegando que tener 17 permisos diferentes en función de cada región perjudica a la competitividad de las empresas y al empleo, pero ha pedido al Gobierno que vaya más allá y armonice y simplifique las normativas existentes.

En una nota de prensa en la que no valora el detalle de la Ley de Mercado Único aprobada, la formación magenta recuerda que "la diversidad y multitud de normativa que existe en las comunidades autónomas para ofrecer bienes y servicios es un problema grave con efectos sobre la producción y el empleo y costes para los empresarios".

Algo que no acaba únicamente con la existencia de una licencia única para todo el país, sino que hace falta armonizar y simplificar las diferentes normativas autonómicas actualmente existentes, que "siguen en pie aunque en la práctica sean inútiles".

Por eso, exige al Gobierno que "ejerza la función (homogeneizadora) que le permite la Constitución", y ha achacado este problema al "mal diseño autonómico", que ha sido generado "tanto por el PP como por el PSOE".

http://www.europapress.es/economia/macroeconomia-00338/noticia-economia-macro-upyd-celebra-regule-mercado-unico-pide-gobierno-mas-armonizacion-normativa-20130125173638.html

Barry escribió:Espero que no sea una ley descafeinada para contentar a los nacionalistas. Lo cual no me extrañaría nada en Rajoy.

En cuanto a los horarios comerciales, pues de chiste. ¿Os imaginais ir a Nueva York y ver un domingo todos los comercios cerrados por ley? Es inconcebible.

¿No sabrán los comerciantes cuando les conviene abrir y cuando no? Las limitaciones de horarios, y las trabas a las grandes superficies son la prueba de que nuestros gobernantes quieren tenerlo todo bajo su control. Para que luego hablen de neoliberalismo salvaje...


PD: ya era escéptico, pero ahora lo soy más todavía:

http://www.elblogsalmon.com/entorno/la-futura-ley-de-unidad-de-mercado-una-ley-que-nacera-muerta

PD2: otro artículo interesante:

http://www.libertaddigital.com/opinion/emilio-campmany/unidad-de-mercado-para-que-67203/

Ignacio32 escribió:Como era de esperar los nacionalistas han puesto el grito en el cielo, limita las competencias de los caciques autonómicos. Quien crea riqueza es el libre mercado y no el proteccionismo. Cuantas menos aduanas y fronteras mejor. Crear aduanas y fronteras es volver a la Edad Media.

alfonsoIX escribió:

Ignacio32 escribió:Como era de esperar los nacionalistas han puesto el grito en el cielo, limita las competencias de los caciques autonómicos. Quien crea riqueza es el libre mercado y no el proteccionismo. Cuantas menos aduanas y fronteras mejor. Crear aduanas y fronteras es volver a la Edad Media.

Disiento, hoy hace falta más que nunca, un nuevo proteccionismo en el espacio europeo, que imponga trabas de entrada en nuestro mercado a todos aquellos productos procedentes de mercados donde no existe regulación laboral, social, ambiental, etc... así como gravar los kms de carbono.

Despierta escribió:

alfonsoIX escribió:

Ignacio32 escribió:Como era de esperar los nacionalistas han puesto el grito en el cielo, limita las competencias de los caciques autonómicos. Quien crea riqueza es el libre mercado y no el proteccionismo. Cuantas menos aduanas y fronteras mejor. Crear aduanas y fronteras es volver a la Edad Media.

Disiento, hoy hace falta más que nunca, un nuevo proteccionismo en el espacio europeo, que imponga trabas de entrada en nuestro mercado a todos aquellos productos procedentes de mercados donde no existe regulación laboral, social, ambiental, etc... así como gravar los kms de carbono.

Entonces habrá que prohibir la entrada de productos de nike, adidas, zara...

alfonsoIX escribió:

Ignacio32 escribió:Como era de esperar los nacionalistas han puesto el grito en el cielo, limita las competencias de los caciques autonómicos. Quien crea riqueza es el libre mercado y no el proteccionismo. Cuantas menos aduanas y fronteras mejor. Crear aduanas y fronteras es volver a la Edad Media.

Disiento, hoy hace falta más que nunca, un nuevo proteccionismo en el espacio europeo, que imponga trabas de entrada en nuestro mercado a todos aquellos productos procedentes de mercados donde no existe regulación laboral, social, ambiental, etc... así como gravar los kms de carbono.

(Re)nace el mercado común? ¡español!

¿Creen ustedes que tiene lógica -económica y política- que para vender un producto o un servicio en toda España haya que obtener certificados de seguridad o salubridad en cada una de sus autonomías? ¿O que un fontanero o un pintor tengan que registrarse como profesionales en todas en las que deseen trabajar? ¿Es normal que las comunidades exijan para autorizar a una empresa a operar en su territorio que sus empleados hayan recibido en ellas cursos de formación profesional? ¿No tienen todas estas restricciones, y otras del estilo, un tufo medieval? ¿O es que no fue en la Edad Media cuando gremios, territorios (señoriales, eclesiales o reales) y ciudades fijaron restricciones al libre ejercicio de un oficio o a la circulación de bienes y personas?

La creación de los mercados nacionales -que evitaron las hambrunas en unas zonas del país por falta de alimentos mientras en otras los campesinos se arruinaban porque la gran calidad de sus cosechas hundía los precios al no haber un mercado que permitiera mover la mercancías- supuso un paso de gigante en la creación de los modernos Estados nacionales y en el aumento de la calidad de vida general.

De hecho, solo quienes nada saben del asunto consideran una perversión capitalista que la unidad de Europa comenzará con un mercado común (la CEE nacida en Roma en 1957), germen de lo que andando el tiempo acabará por ser el proyecto de unión territorial más ambicioso de todos los habidos en el mundo desde la creación en 1787 de los Estados Unidos. Y es que, según lo demuestra la historia, no hay comunidad política posible sin un espacio económico común.

Es curioso, sin embargo, que ese proceso de traslación de competencias estatales hacia arriba (hacia la CEE primero y la UE en la actualidad), por virtud del cual se unificaban normas y trámites y crecía la libre circulación de mercancías y personas por Europa, haya ido acompañado en España de un proceso de traslación de competencias hacia abajo, que se traducía en todo lo contrario: en reponer entre autonomías las trabas y barreras que se suprimían entre Estados. Y pueden creerme que sé de lo que hablo, porque durante veinticinco años he participado en la elaboración del informe más respetado de los que se hacen en España sobre el funcionamiento del Estado de las autonomías.

El Gobierno se ha propuesto ahora acabar con este insensato renacimiento medieval (me perdonarán el oxímoron) mediante la aprobación de una ley de unidad de mercado que permita hacer en España lo que ya hacemos en Europa. Aunque mucho me temo que los mismos que aplauden la unidad económica de Europa (CiU, PNV y, ¡ay!, los propios socialistas) criticarán con gruesa munición este intento de poner orden en el caos medievalizante que sufrimos. Esperen y verán.