UPyD y la Economía

Prokino escribió:

No me meto en la discusión -aunque alabo tu paciencia- pero me ha llamado la atención esta postura, que solo comparto a medias. Desde mi punto de vista los exámenes periódicos, especialmente en secundaria, tienen más de herramienta pedagógica y recurso disciplinario que de instrumento de aprendizaje. Aspecto que no critico, lejos de mí la postura progre de que los profesores deben ser despojados de sus mecanismos de control, pero creo que no deberíamos confundir los medios con los fines. Un profesor debe saber que un porcentaje alto -¿altísimo?- de sus alumnos van a hacer un cálculo de las horas mínimas en las que pueden chapar todo lo que entre en el temario, y que si les sale "3 horas", probablemente no dediquen ni una y media al estudio. La traducción es que controles y exámenes son los jalones del año en los que te joden un par de tardes y tienes que empollarte cosas que rara vez vas a recordar. A día de hoy, lo único que hacen es protestarte si pones un examen al día siguiente de Champions... y razón llevan, claro, a quién se le ocurre.

En mi experiencia como alumno -que no fue precisamente modélica, eso es cierto-, los exámenes o se ignoraban o se chapaban para rascar el cinco y a otra cosa. Una minoría de clase los preparaba con un margen de un par de días, y un par de personas absolutamente delirantes llevaba las tareas día a día. Dices que "el profesorado tiene un incentivo a dar buena enseñanza, porque sus alumnos van a ir a un examen donde se va a ver si él ha conseguido que aprendan algo" Sí, y a que le lleven una manzana Compadezco al profesor que piense que su labor se va a reflejar en el rendimiento del alumno en un instrumento que este considera como un mal trago represor o, en el mejor de los casos, como una prueba que debe superar para obtener una buena calificación. Desgraciadamente, tal y como está planteada la enseñanza, en un examen el profesor va a comprobar si los alumnos le toman en serio y creen que es capaz de suspenderles, o va a descubrir quién estuvo de botellón el finde, o quién debería repasarse la ortografía de primero.

E insisto, los exámenes son fundamentales para mantener estructurada y organizada una clase, para mantener motivada a una elite, coercionar a unos cuantos y darle algo que hacer por la tarde a la mayoría. Es imaginable una docencia sin exámenes, eh, y hay muchas experiencias exitosas, aunque eso abriría un tema de debate que no procede. Pero como mecanismo de aprendizaje... buf, déjame hablar con los chavales de fútbol a ver si consigo que aprendan geografía colocando las banderitas de sus equipos en el mapa, o, con los mayores, a ver qué se puede rascar de Breaking Bad o Big Bang Theory para motivarles un poco con la ciencia. Y a ver si usando ESDLA o GOT se motivan con la historia medieval. Pero los exámenes, trámite a pasar rápido. En cierta ocasión tuve que dar clase a unos alumnos que estaban bastante poco motivados, la cosa salió bien, y hubo exámenes muy buenos, pero jamás sentí eso como una recompensa a mi labor, ni mucho menos. Chaparon un par de temas -fáciles de vender, tuve suerte-, y a la semana siguiente se les habrían olvidado. Pero una chica me pidió recomendaciones bibliográficas tiempo después. Solo había sacado un cinco, y eso porque no quise suspenderla, pero estoy seguro de que esa persona en cuestión sí que sacó algo en limpio de la experiencia. Las matrículas, los dieces, las horas chapando en centros de estudio la noche antes... tiempo perdido. Tiempo que yo perfectamente cambiaría por hablar libremente de cualquier tema con los chavales, escuchar lo que tienen que decir y ponerles alguna peli buena, por ejemplo.

Mierda, se me ha ido a tomar por cu** un tochopost por la red de la biblioteca D:

Resumiendo mucho, contesto a Prokino:

Primero un matiz: para entender todos mis posts hace falta comprender que yo propongo un modelo educativo donde se deje de estimular de manera exclusiva el hemisferio izquierdo y se pase a incentivar el hemisferio derecho tanto como el izquierdo, cosa que hoy por hoy no se hace. Antes hice una larga exposición sobre ello, pero como no tengo tiempo ni ganas de repetirlo, me remitiré al amenísimo libro de Richard Fenker "Cómo estudiar y aprender más y mejor en menos tiempo". Simplemente diré que se basa en la creación de sistemas conceptuales amplios y en el uso de la imaginación, la creatividad y la aplicación de lo aprendido. Cualquiera comprende que memorizar "Von woher kommen Sie, Herr López" es mil veces más fácil si las palabras tienen significado, simplemente porque encajan en un sistema conceptual - el alemán - que se ha aprendido de antemano. Esto es aplicable a casi cualquier faceta educativa.

También considero esencial que a los alumnos se les enseñe a aprender, cosa que hoy por hoy no se hace, y que muchos profesores ni siquiera saben, aplicando modelos a base de repetición y esfuerzo que son ineficientes.


Hecha esta introducción para contextualizar lo que digo, contesto ya a tu post en sí:

Que los alumnos hagan un cálculo de las horas que necesitan y vayan a por lo mínimo que deben aportar para conseguir los resultados que pretenden - ya sea un sobresaliente o un aprobado - no sólo nos dice que los alumnos responden a los incentivos, sino que nos dicen que los alumnos procrastinan - como todo Cristo, casi toda faceta de la vida requiere tener en cuenta la procrastinación para poder afrontarla exitosamente - pero también que aplican instintivamente la Ley de Parkinson [ http://es.wikipedia.org/wiki/Ley_de_Parkinson ] y el principio de Pareto en su vertiente de eficiencia [ http://es.wikipedia.org/wiki/Eficiencia_de_Pareto ] - para aclarar, aplican el 20% de su esfuerzo el último día porque les basta para alcanzar el 80% de los resultados pretendidos, en vez de hacer un esfuerzo continuado, que requiere del 80% de su esfuerzo para sacar el 20% de nota restante...

Lo cual nos dice que los alumnos están adaptándose genialmente a un sistema de conocimientos cortoplacistas. ¿Qué nos dice que no se adaptarían igual de bien a un sistema de conocimientos a largo plazo?

Resulta evidente que hoy por hoy los exámenes son de aprendizaje de exactitud y a cortoplazo, en vez de ser de conocimientos sistemáticos y a largo plazo. El cambio de modelo requiere por fuerza hacer aprendizaje de conceptos en bloque, porque una vez comprendes de verdad una materia, de manera global, es casi imposible olvidarla, mientras que memorizar "por trozos" y para el examen del viernes, supone que irás olvidando, por trozos, todo lo aprendido.

Dicho esto, por tanto, yo no defiendo que los exámenes sigan siendo como son, luego, no se debe leer mis escritos como una defensa de los exámenes actuales, sino de los exámenes en sí, siendo los actuales modelos imperfectísimos de lo que propongo, porque su metodología y formulación es errónea, y por tanto, da malos incentivos.



PD: En cuanto a tu experiencia como profesor, todos los mecanismos de motivación que narras, realmente no fueron tales. No motivaste a tus alumnos a aprender historia para entender Game of Thrones, con total seguridad, lo que pasa es que incentivaste su hemisferio derecho, haciéndoles capaces de interrelacionar conceptos, de imaginar y de esta manera, hiciste que realmente utilizaran memoria conceptual, y no memoria literal.

Ellos eran capaces de interrelacionar GoT, algo que conocían, y lo que desconocían, y a la vez imaginarse a los personajes en relación con lo que contabas. De ahí el éxito relativo frente al modelo dirigido al hemisferio izquierdo de exposición literal y sucesiva de terminología.


PPD: Seguramente la chica de la que hablas no sabía estudiar. De hecho, la mayoría de estudiantes no saben y yo he aprendido en la oposición. Y diría que la mayoría de los opositores no saben, y eso que se dedican profesionalmente a estudiar, como quien dice. Es esta una grave tara de los sistemas educativos actuales. Por eso la chica, a pesar de estar motivada a aprender, no fue capaz de hacer un buen examen.


Conclusión:

Por tanto, leáse pues, que aparte de toda la metodología didáctica de la que hablas, del examen como mecanismo de autoridad, de dirección de la clase y de programación de contenidos, que no discuto, propondría añadir a los exámenes un contenido adicional, que sería el dirigirlos a un examen de conocimientos a largo plazo y no a corto plazo.


Ah, y pido perdón si algún experto en la materia me lee por la enorme cantidad de imprecisiones terminológicas que habré cometido